Acotaciones
sobre la vida del violinista:
¿Comenzar
a estudiar violín de niños?
Por:
Daniel Sandí Calderón
Voy a remontarme a lo que
he conseguido a lo poco de experiencia que tengo al estudiar música. Yo comencé
a estudiar violín de joven a los 15 años, algo que en Costa Rica, se considera
que se comenzó muy “viejo” para comenzar a aprender un instrumento.
Aún en la actualidad
existe la teoría de que para estudiar hay que estudiar desde pequeños, esto por
un lado tiene algo de verdad, sin embargo yo no lo considero como una verdad
absoluta.
Desde el punto de vista
verídico, es que el estudiar violín desde pequeños nos hace reforzar destrezas
físicas que costaría mucho conseguir al aprender ya adultos, por ejemplo, de
los 5 dedos que utilizamos solo utilizamos 3 que son: el índice, el medio y el
pulgar, los demás dedos anular y meñique no los utilizamos frecuentemente de
adultos y por lo tanto son difíciles de manipular, aunque no imposible.
Por otro lado, el estudiar
a estas edades da una ventaja considerable en cuanto al repertorio que el
violinista tiene que aprender. Estudiar todos los conciertos, las sonatas, las
piezas virtuosas que se consideran estándares y hacerlos de manera
sobresaliente es un trabajo que podría durar toda la vida. Si se estudia a una
edad más tardía primero debe prepararse antes de remontarse a esta aventura.
Finalmente, considero que
el estudiar de temprana edad le da más oportunidades para que este pueda
estudiar la carrera de música en Costa Rica. Actualmente las instituciones que
ofrecen la carrera de violín son la Universidad de Costa Rica con sede San
Pedro y el Instituto Nacional de Música ubicado en Guadalupe de Moravia.
En la Universidad de Costa
Rica, se ofrece para los interesados una formación pre-universitaria llamada
“etapa básica”, esta, si es ofrecida en dos sedes más: Sede de Occidente (en
San Ramón), sede del Atlántico (en Turrialba), la formación es de 6 años, sin
embargo esta no garantiza que entre a la etapa universitaria, será bajo
concurso que garantice su derecho a ingresar a estudiar violín de manera
profesional; se ofrece bachillerato, licenciatura y actualmente maestría.
En el Instituto Nacional
de Música es más estricto con respecto al ingreso de estudiantes a edades tempranas,
el plan de estudio que tiene que sobrellevar es más extenso que el de la UCR y
tiene que pasar por 3 cambios de nivel antes de conseguir un bachillerato en
violín, ofrecido por el convenio que tiene el INM con la Universidad Estatal a
Distancia; se ofrece Bachillerato y Licenciatura. Los requisitos que tiene que
llevar los estudiantes son tan intensivos que requiere que estos en el mejor de
los casos que estén de tiempo completo en su formación con el instrumento.
¿Y
si no se quiere estudiar violín de manera profesional?
Actualmente en la
Universidad Nacional, en su sede central en Heredia, existe un proyecto de
contemplar la carrera de violín como parte de su oferta académica, sin embargo,
aún no está vigente, no obstante, existe una etapa básica, pero esta no ofrece
alguna certificación.
La Universidad de Costa
Rica además de sus carreras ofrece un programa llamado “Formando Talentos”
(algunos tal vez lo conocerán anteriormente como “Cursos Especiales”) en donde
se ofrece cursos básicos de violín con una duración de 100 horas
(aproximadamente 2 años y medio), estos cursos son abiertos en la comunidad sin
límite de edad; estos se dan únicamente en la sede en San Pedro de Montes de
Oca. Aquellos que terminen el programa pueden seguir retroalimentando su
formación, sin embargo, el estar aquí no asegura su ingreso a la etapa básica.
Existe el Conservatorio de
Castella ubicado en carretera a Alajuela, es el único colegio en Costa Rica,
que ofrece como artes (musicales, dancísticas, dramáticas y plásticos) como
tecnologías. Esta institución es tanto escuela como colegio, entonces la
formación se da desde temprana edad hasta aproximadamente a los 18 años. Los
egresados obtienen el bachillerato por madurez además de un técnico medio en
violín, sin embargo la obtención de este técnico medio no asegura que el
egresado siga una formación superior en la UCR o la INM.
Por otro lado, existen las
escuelas municipales de música, ubicadas a lo largo y ancho del país, pero
curiosamente no hay ninguna en San José, estas son subvencionadas parcial o
totalmente por las municipalidades, y puede ingresar desde niños hasta adultos,
sin embargo, originalmente se visualizaron como pre-universitarias, es decir,
que el egresado de la institución recibe un técnico medio (igual como graduarse
del Conservatorio de Castella) en violín y la formación dura aproximadamente 6
años, igualmente, no asegura su paso hacia una formación superior.
Si es que no se quiere
presiones conforme a cumplir con un plan de estudios, existen también por todo
el país las escuelas de música de índole privadas. Estas escuelas,
frecuentemente no tienen un plan de estudios, ya que se enfocan más en una
formación complementaria de los estudiantes, el alumno va a su propio ritmo, y
es este quien decide lo que quiere aprender y hasta qué punto quiere aprender.
Lamentablemente y frecuentemente son este tipo de escuelas quienes aceptan a
personas con alguna discapacidad especial física o cognitiva.
Actualmente existe el
Sistema Nacional de Educación Musical, un proyecto propagado por todo el país cuyo
objetivo es la educación musical de los estudiantes como complemento de la vida
cotidiana de los mismos. Las sedes más conocidas son aquellas de zonas
marginales o rurales, aunque también algunas escuelas de música del país tienen
convenios con este programa. En algunas escuelas se da la libertad de aceptar a
estudiantes con edades de 15 años en adelante, sin embargo, algunas tienen la
potestad de aceptar únicamente niños sin embargo estos pueden tener una
discapacidad física o cognitiva o no.
Este programa no ofrece
una titulación, sin embargo el alto rango que se ofrece es el de pertenecer a
la orquesta Manuel María Gutiérrez, donde pertenecen los estudiantes más
avanzados de todas las sedes del SINEM.
Finalmente, como un último
recurso para querer una educación violística son las clases particulares. Estas
pueda ser que el profesor llegue a la casa del estudiante o más bien que el
estudiante llegue a la casa del profesor (u otra cede). Al ser clases
particulares, va a depender del profesor el precio de las mismas, pero por lo
general son caras por atención que se requiere
¿Qué
hace un violinista profesional?
En Costa Rica un
violinista puede hacer diversas actividades académicas o laborales, de hecho,
muchas cosas faltan en el contexto costarricense:
En lo que respecta a la
carrera de solista, en Costa Rica, es nula o invisible, ya que existen muy
pocos espacios para actividades de este tipo.
Actualmente existen
orquestas en las cuales son pagadas como lo son: La Orquesta Sinfónica
Nacional, Orquesta Sinfónica de Heredia, Orquesta Sinfónica de Cartago,
Orquesta del Conservatorio Castella y Orquesta de la Escuela Municipal de Artes
Integradas (EMAI) en Santa Ana, sin embargo, no sería de asombro que haya
apertura de más orquestas de este tipo en el país o de incluso una Dirección
Regional de Orquestas. Cada vez hay más estudiantes de violín que escogen la
profesión y por lo tanto una mayor demanda a agrupaciones de este tipo.
Lamentablemente son pocas las que se ofrecen garantías de permanencia, por lo
que violinista, o empleado es pagado por “servicios profesionales”, en todos
los casos, no necesariamente que la orquesta será de la provincia estén
violinistas de la misma.
Otra profesión en la cual
puede desempeñarse el violinista es en la docencia. Como se vio anteriormente
existen diversas escuelas públicas o privadas de música en el país y la demanda
de profesionales es escasa en comparación, además, aún hay escuelas en las
cuales la catedra de cuerdas no ha sido ofrecida, ¿cuál es el “sacrificio?,
viajar. ¿Y trabajar en una universidad?, las plazas son muy limitadas.
Otras actividades en las cuales se puede
desempeñar el violinista tienen que ver con creación de conjuntos
instrumentales como cuartetos, cameratas, duos, trios, entre varios que se
pueden crear tanto para ejecutar música “académica”, como también música popular.
La oferta de este tipo de agrupaciones se da principalmente en cultos
religiosos (bodas, primeras comuniones, etc), ameniza de almuerzos o actos
culturales para ceremonias, etc. Finalmente otra, aunque cruelmente
esquematizada es la de pertenecer a un mariachi.
Un campo que no existe y
sin embargo considero que urge la necesidad es la investigación en el campo de
la educación del violín. Actualmente existe gran cantidad de información, tesis
o métodos para la enseñanza y aprendizaje del violín, sin embargo, estos deben
ser analizados o investigados para comprobar si estos pueden ser utilizados en
el contexto costarricense. Es decir, muchos documentos fueron creados en
contextos europeos, nórdicos, norteamericanos u orientales sin embargo esto no
garantiza que se puedan realizar en Costa Rica. Sin embargo este campo aún se
considera nulo.
¿Qué
hace un violinista que no quiere ser profesional?
Yo considero que todos
estamos de acuerdo que comenzamos a estudiar violín con un cometido que puede
ser desde: estar en un grupo, tocar una determinada pieza, tocar violín en un
grupo, crear una agrupación o simplemente tocar violín por placer, sin embargo
siempre existirá en los estudiantes ese afán de aprender lo más que se pueda.
Con los pequeños considero
que muy pocos son aquellos que escogen tocar violín como una decisión individual,
y en esto también hay variables, desde ver el violín como un juguete o como una
imposición del padre (frecuentemente si este es músico) o como un “plus” a su
formación académica.
Comentarios
finales
La carrera profesional del
violinista en Costa Rica, es muy reciente, aproximadamente tiene 150 años y aun
así, actualmente son múltiples las personas que no conocen la carrera
profesional de instrumentista y aun ven este arte como algo légano o
inaccesible.
¿Qué el violinista se
muere de hambre?, cuesta mucho que sea cierto sin embargo se debe dar todo lo
mejor de sí. Si bien se ofrece una carrera profesional de violín, este no
valdrá nada si el instrumentista no toca, lo que debería tocar, yo conozco
violinistas que son famosos en lo que hacen y sin embargo no tienen una
titulación. En el violín, así también como en el arte, se aprecia los hechos y
la maduración intelectual y no los títulos.
Para finalizar el presente
ensayo solo quiero compartir la siguiente frase que me compartió un profesor
que dice: “La diferencia entre el músico profesional y el músico que no lo es;
es que yo escogí la profesión y el no”